lunes, 12 de octubre de 2009

Oh-diosa inspiración

EL SENTIDO DE LA VIDA

Ayer David nos dijo que todos los seres humanos vivimos buscando la respuesta a cuatro preguntas básicas:
1) De dónde vengo...
2) Quién soy...
3) Cuál es el sentido de mi vida...
4) A donde voy...

Y la respuesta a la última pregunta depende total y absolutamente de que hayamos podido responder la terecera... el sentido de la vida.

David, un hombre jóven pero sabio, nos dijo que la falta de respuesta sobre el sentido de nuestra vida, es lo que provoca la vacuidad y la soledad que en uno ú otro momento nos angustia hasta la amargura y la frustración.

Si tuviéramos bien claro que ésta vida es sólo el puente para una vida eterna, no tendríamos tanta prisa por comernos el mundo, experimentarlo todo, vivir al límite y sentirnos desdichados porque el tiempo no se detiene, las canas llegan, las ganas se van, algunos caen (a veces para siempre) y muy pocos se levantan...

En mi realidad, apasionada de todo, apasionada de nada, a pesar de que no me considero una persona vacía, siento que no están claros mis objetivos, ya que a mis casi 40 años, me topo con la sorpresa de que casi no he cumplido los "debiera" que casi todas las mujeres de 40 años, se supone que "debían" haber logrado: No tengo hijos, los dos árboles que he plantado los tuvimos que quitar porque estaban tumbando la casa, los dos libros que he escrito a nadie le interesan, no soy económicamente autosuficiente, no he viajado por el mundo ni he aprendido nuevos idiomas. Es más, mis perros ni siquiera me quieren!! (ja, eso es una mentira).

¿Cuantas veces he pensado que lo que hago vale la pena? ¿Cuantas veces he pensado que lo que hago NO vale la pena?. Creo que voy en el fifty-fifty... sueno casi a medio-cridad... pero eso sí, una EXCELENTE casi medio-cridad. Miguel de Unamuno dice que una vez que uno toma conciencia de que nuestra vida es limitada, un sentimiento trágico se apodera al grado que es necesario apegarse a Dios y con ello demuestra la existencia de Dios. Dios existe porque lo necesitamos... aunque respeto mucho a Unamuno, no estoy muy de acuerdo con eso, ya que por suerte no he tenido que envejecer para apegarme a mi creador pero, ¿porqué tenemos que justificar el sentido de nuestra vida en lo que otros nos han enseñado que debemos hacer para que ésta tengo sentido?

Nacer, crecer, reproducirse y morir... ese principio básico lo he cumplido al menos en un 50%. ¡Pero es que hay mucho más que cumplir con nuestras obligaciones fisiológicas!: Por lo menos hay que experimentar con intensidad cada una de las siete emociones básicas; y nadie puede morirse sin haber amado con locura al menos alguna vez en la vida y haber sido herido al grado que no es posible respirar!!

No es posible vivir sin morir. No es posible encontrar luz sin obscuridad, calma sin guerra...

El sentido de la vida es VIVIR.
Es experimentar la fuerza del deseo y quedar ciego por un beso.
Es sentirse conectado al mundo al sentir el calor de un rayo de sol y el viento en la cara.
Es estar en paz en compañía de un amigo, humano ó animal, mientras cae la tarde.
Alimentar a quién tiene hambre y abrazar al que se siente solo.

Vivir puede ser tan intenso y parecer tan intrascendental como el pasar por la vida sin dejar testigos... Jesucristo no dejó hijos, ni plantó árboles, ni escribió un libro... sin embargo lo llamos padre, hermano, amigo, salvador, pastor, sembrador y ha sido motivo recurrente en una gran cantidad de obras de la literatura universal.

Vivir es despertar cada mañana con la certeza de que va a ser un día glorioso!!

Me niego a los estereotipos. Me rebelo. Decido voluntariamente ser tan intrascendente como una margarita. No importa que no tenga hijos, no haya plantado un árbol ó escrito un libro. No importa que no sea quién quieren los demás que sea, ni siquiera importa lo que yo quise ser alguna vez. Sólo lo que soy, una "nadiedad".

Simplemente y pensando despacio, el sentido que sin saber he dado a mi vida, según creo, es simplemente VER PASAR... porque en la propia quietud y en el tránsito de los otros se gana perspectiva. Y es ésa, MI PERSPECTIVA, la que me hace valiosa; la que me hace única, irrepetible e insustituible... la que da el sentido a mi existir.