Aunque dormí relativamente temprano, mi insomnio sólo invirtió su orden... desperté muy temprano y heme aquì, como bùho sin sueño en lo alto de mi campanario.
La noche es tan fresca, que se antoja un cafè bien caliente y una frazada, mientras el cielo comienza a cambiar su negro profundo por algunos tintes amarillos hacia el oriente.
Se escucha el ruido de la tortillería... el chirriar de las máquinas tiene una potente voz, en medio de este silencio de durmientes apoyado incluso por los perros y los gallos... sí, ¡hay gallos! y en este momento ¡hasta ellos están dormidos!!
De cuando en cuando se escucha el sonido de un auto al pasar velozmente. El pillar de uno que otro pàjaro sobresaltado y la alarma de un despertador lejano...
El fresco matinal me ha despejado la mente. Pienso en cuàntas madrugadas me he perdido por el mal hábito de dormir y despertarme tarde. Pienso en cómo ha cambiado mi vida y creo que por vez primera, comienzo a conformarme.
No es falta de amor... tampoco es olvido. Digamos que es la aceptación de este "ser" de las cosas.
Sé que mi compañero está en paz, alegre su espíritu por el sitio donde está. Yo aún no puedo estar "feliz" pero al menos también estoy en paz.
La cama vacía ya no es un recordatorio de su ausencia, sino un recordatorio de que yo continúo aquí, viva, lista para emprender las actividades cotidianas que por un extraño y misterioso camino, me llevarán a mi vida, que ha sido siempre, en verdad ¡extraordinaria!.
¡¡Hola!! He leído el comentario que me has dejado en el blog, de verdad que me llega al alma. Yo también me identifico con muchas de las cosas que escribes, sé que hay dolor por rincones de nuestros corazones. Yo seguiré escribiendo, pero trataré de hacerlo desde otra perspectivas más personal y tratando de ver la luz :)
ResponderEliminarYo te seguiré. Escríbeme al mail, lo tienes en mi perfil.
Un besazo
Hermoso escrito, me ha encantado. Es hermoso cuando escribimos pensando que igual nadie nos lee pero del otro lado anda mucha gente en la red buscandos temas para leer, cuando nos externamos por medio de las palabras no somos capaces de imaginar a tanta gente que podemos llegar en cualquier parte del mundo, es algo maravilloso que me alienta a seguir escribiendo y compartiendolo todo, mis amores, desamores, enfados, alegrías o tristezas, sea lo que sea alguien se habrá de sentir identificado y tal vez le seamos de aliento y hasta de consejeros sin serlo. Un beso amiga.
ResponderEliminarPues muchas gracias amigas!!! me encanta leerlas!!! en verdad y gracias por regalarme este rato de su grata presencia en mi blog!!
ResponderEliminarSaludos desde Mèxico!!! :D