Fue un viaje maravilloso, pero algo se rompió en cuanto entramos a la casa.
No sé si fue el baño sucio, la cama con migajas (que dejó tu nieto en nuestra ausencia), el que tu hija haya movido mis cosas, o que haya desaparecido mi multicontacto.
No sé si fue la carota que me recibió, con un resabio de amargura y un reclamo en los ojos, una voz inexpresiva ó el clima general de cansancio.
No sé si fue que te sintieras enfermo y le hubieras pedido a tu hija que te atendiera en lugar de a mí, ó simplemente que me di cuenta que así es la vida: con bellos momentos que terminan siempre, siempre, siempre.
Porque sé que me dirás que "invento" y que tengo telarañas en la cabeza, no te lo digo; pero creo que ya estás cansado de mí.
Y eso es lo que más tristeza me da... que yo no me he cansado de tí!
Estoy cansada de estar al pendiente de lo que digo y hago para no "incomodar" a los que me rodean; también algo cansada del tiradero que tengo en casa porque no tengo espacio donde guardar.
Estoy algo cansada de limpiar la casa todos los días, para descubrir que excepto a tí, a nadie más le importa... ahorita mismo que regresemos, me pondré a lavar el baño y a arreglar nuestro dormitorio, que como bien dijiste, parece zona de guerra.
Debo irme, aunque no quiero irme.
Debo irme, y creo que es mejor que me vaya.
En mi casa mi papá no desea verme, sin embargo me esperan, simplemente porque a mi querido viejo ya no lo aguantan...
Honestamente preferiría estar en ninguna-parte... el idioma inglés a veces tiene mejores palabras para describir ideas complejas: quisiera estar en no-where, con no-one y en el limbo del no-when!
Quizás así me extrañes y yo te extrañe aún más.
Y pueda recordar Ixtapa con los ojos cerrados, mientras pienso aún más en ti.
Estoy cansada de ser tan cursi!
Ya vamonos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario