Estoy indignadísima, tristísima, desilusionadísima... y todos los "ísimos" que sean posibles que describan el corazón roto, traiciones y mala sangre.
Mi esposo que era un amor, quién sufrió mucho en su enfermedad y que sabía que sólo podía contar conmigo, pues durante sus 6 años de enfermedad contó muy pocas veces con sus hermanos, los cuales prácticamente ni siquiera lo visitaban, mucho menos lo cuidaban!!, firmó una carta de designación de beneficiario de su seguro de vida y en la oficina de recursos humanos de su trabajo ¡no la encuentran!, así que aplica la inmediata anterior, que data de 1991, en donde dejaba a sus hermanos y sus papás como beneficiarios. Me dijeron en su trabajo, que buscara "la copia" con la que mi esposo debía haberse quedado... a sabiendas de que existía la posibilidad de que el documento hubiera sido extraviado de sus archivos...
Mis cuñados saben perfectamente que ellos no tienen ningún derecho a ese dinero, pero les entró la ambición y "caritativamente" quieren cobrar el seguro y darme tan sólo la quinta parte de ese dinero, mismo que a decir de mi esposo, serviría para asegurar mi vejez, situación que era para él su máxima preocupación, particularmente ante la ausencia de hijos que pudieran brindarme soporte futuro.
No es la pérdida del dinero en sí lo que me entristece, sino la saña y ambición con la que están actuando mis "cuñaditos" para quedarse con la "tajada" del pastel... un pastel por el que trabajó mi esposo y qué el quería para mí.
Pedro sabía y confiaba en que yo no dejaría de ver por su familia. Poco menos de la tercera parte de mi herencia sería para pagar una deuda cientomilenaria que mi suegra tiene con el hospital que la atiende... y en fin, yo tenía planeados proyectos económicos comunes para que su familia de origen tuviera un soporte extra... ¿y cómo me pagan su preocupación?? ¡encajàndome un puñal en la espalda! ¡despojándome de mi herencia! y tratando todavía, cursilonamente, de hacerme creer que "yo soy su familia y que se preocupan por mí"...
Mi único consuelo es que mi suegra no sabe nada. Ella es una buena mujer que no sabe la clase de cuervos que ha criado... no le han dicho nada de lo que planean hacer contra mí y con toda seguridad ni siquiera se lo dirán.
La certeza de que Dios está conmigo es mi mejor defensa. Sé que él no permitirá que gane la injusticia y con toda seguridad, ¡encontraré ese papel!!!
Pobre de mi amado esposo que confiaba que su familia me protegería!!. Si bien un día antes de morir me dijo: "Gracias mi amor por estar siempre conmigo, porque sé que a nadie tengo, ni a mi familia, excepto a tí, que todos estos años me has cuidado... yo sólo te tengo a tí y tú sólo me tienes a mì... pero con nosotros nos bastamos para cualquier obstáculo que enfrentemos!!"
¿Qué sentiría si supiera??? ¿qué opinaría ahora de esos hermanos que él tanto se preocupaba de cuidar???
Esto es terrible en verdad!!! Es terrible!
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