lunes, 7 de junio de 2010

¿Compañero, Amigo ó Hermano? 4a Parte

¿Hermano?

Aquí cabría hacer la diferencia entre el hermano carnal, que el destino te impone, y el hermano escogido ó más bien amigo-hermano que uno elige.

Al hermano de sangre no hay que explicarlo siquiera. Estés de acuerdo ó no con él, sea tan aburrido como una papa ó tan intempestivo como la dinamita, te lleves bien ó mal, te importa lo que le sucede, te duele muchísimo cualquier diferencia que tengas con él y sobre todo, no puedes evitar interesarte por él y buscar ayudarle de cualquier modo imaginable… aún en contra de la lógica, la razón y el sentido de “justicia”. Finalmente, nos guste ó no nos guste, es alguien a veces molesto, a quién TENEMOS que “aguantar”.

El hermano escogido es algo parecido: es un amigo al que quieres tanto, que puedes ó no estar de acuerdo con él, puede ser tan aburrido como una papa ó tan intempestivo como la dinamita, y en ocasiones podrás preguntarte ¿porqué quiero a este %$%#, si es chinche, latoso, fastidioso, incongruente, terco, egoísta, a veces hasta tonto? Y para colmo, se lleva mis cosas y no me las devuelve!!!; pero aceptémoslo, te importa lo que le sucede, te duele muchísimo cualquier diferencia que tengas con él y sobre todo, no puedes evitar interesarte por él y buscar ayudarle de cualquier modo imaginable. Igual que al hermano de sangre, con tu hermano escogido finalmente es alguien a quién QUIERES “aguantar”.

El hermano escogido es un espejo donde miras palpablemente tus mejores virtudes y también tus peores defectos. ¿Cómo odiar tu propio reflejo? ¿cómo evitar amar a tu propio corazón?. No puedes evitar serle fiel, leal. Te conviertes en el defensor de sus causas (aún de las perdidas) y tú podrás criticarlo, regañarlo y hacerlo garras, ¡pero hay de aquel que se atreva!! Eres su perro guardián…

Su tristeza es tu tristeza, su alegría tu causa de felicidad y muy íntimamente, incluso llegas a sentir celos cuando no está el tiempo suficiente contigo. El hermano escogido es con quién quieres estar siempre, aprender-aprehender siempre, ayudar siempre, acompañar siempre, comprender siempre. Es como un “amistazgo” perpetuo pero profundo, es la sonrisa de tus ojos, el imán de tus brazos y es quién te hace sonreír aunque no quieras. Incluso sonríes sin querer cuando lo recuerdas y lo recuerdas mucho.

Todos tenemos al menos un amigo predilecto. Es el amigo-hermano, a quién no es posible querer más, ¡porque sería incestuoso!.

Es por quién incluso podrías dar la vida… Es tan importante para ti, que consideras que su felicidad vale todo esfuerzo, todo sacrificio y merece toda oportunidad. ¿Te recuerda a alguien?

En lo personal, Jesús (sí, el de Nazareth que vivió hace dos mil diez años), es el modelo de “hermano escogido” por excelencia. Desgraciadamente el conocimiento que tengo de él es indirecto ¡Cuánto me hubiera gustado conocerlo personalmente!! Nos amó hasta el extremo!!! Y por increíble que a algunos pueda parecer, el conocimiento indirecto de su amor, es tan poderoso y devastador que por obra de la fé se vuelve en un conocimiento directo, íntimo, glorioso y revolucionario… (bueno eso es otro tema).

En mi vida he tenido la fortuna (¡Gracias Dios!), de tener muchos amigos verdaderos, a mis hermanos de sangre sencillamente los amo muchísimo y tengo unos cuantos hermanos escogidos que son literalmente “de lujo”. Este escrito es un pequeño homenaje a su amor, su entrega, su paciencia y su confianza.

Ustedes saben muy bien qué lugar ocupan en mi corazón y espero que no se sientan abrumados por esta mi opulenta forma de querer. Personalmente soy tímida y nunca sabría cómo expresar la intensidad de mi amor por Ustedes, sin el temor de exceder los límites de la natural comprensión. Por su alegría, su ternura y toda la pasión que me han regalado en nuestra historia común: ¡GRACIAS!, ¡GRACIAS!

Tú lector ó lectora, si me conoces, ¿en qué categoría me encuentro yo para tí?… y tú mi lector desconocido, ¿Qué opinas?

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