miércoles, 8 de diciembre de 2010

La navidad no es color rosa

De niña amaba la navidad.
De joven seguía amando la navidad.
Ahora de adulta, la navidad ha cambiado de sentido, y es que a diferencia de antaño, hoy sé que la navidad no es rosa.

Los colores tradicionales de la navidad: verde, rojo y blanco: esperanza, alegría y pureza, son más una imposición cultural que una verdad consensuada. El comercio es quién más disfruta de la navidad, junto con los niños que aún se sienten fascinados por su colorido, los regalos, las luces y el ambiente de abundancia, fiesta familiar y dulces.

Pero la navidad es mucho más que regalos. Es incluso, mucho más que la conmemoración de la natividad del niño Dios. La navidad es un alto en el camino, un respiro, en el que antes de iniciar un nuevo año nos cuestionamos nuestro papel en el mundo y revisamos (discretamente), si nuestra alma ha practicado el suficiente amor para salvarse a sí misma.

La navidad no es color rosa... si somos sinceros hay demasiado dolor envuelto entre sus colores: las ausencias son más sentidas, la soledad es recalcitrante y pretendemos disfrazarlo con la alegría del vino, el placer de la comida y la compañía de la familia a la que fuera de ese día, no visitamos nunca.

La navidad para el alma en pena es la época más difícil de todas. Es el momento que eligen los fantasmas de las (felices) navidades pasadas para atormentarnos con la nostalgia y la maldición del "si hubiera". Por algo durante la navidad hay más suicidios.

Pero tengamos esperanza y formemos parte de la fiesta. Seamos el brazo extendido que acoge y alimenta, seamos la sonrisa que conforta y recibe con amor al recién llegado. Seamos el corazón "acompasado" con el latir de los otros, que remedia el sufrimiento, la soledad y da consuelo.

Seamos como niños... porque la navidad no es rosa; es verde, es rojo y blanco, como la inocencia de la víctima que espera lavar con su sangre, todas nuestras iniquidades.

Seamos como niños en navidad: fascinados, alegres, jubilosos y siempre optimistas.

Feliz Navidad, mo gradh, que te sea leve.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Para tí, destructora de todas las cosas y guardadora de un mundo

Al mirar a un angelito barroco, no puedo evitar recordar tu cara redonda, tus ojos bien abiertos ligeramente saltones, tu naricilla de pellizco y tu sonrisa de oreja a oreja...

Por ello me enternece pensar en tí en el papel que hoy actúas en el teatro de la vida.

Mi querida Coque: niña sabia y destructora de todas las cosas... ¡llevas ya 7 meses de redondez y abultamiento que guarda a todo un mundo que potencialmente estallará en promesas.

Anoche se me ocurrió llamarte así, como te llamo yo: "Destructora de todas las cosas" y literalmente pusiste cara de "what!!". Y es que mi querida Coquetín, con tu saber ilimitado de las cosas inciertas, la sensibilidad de alma, a veces burlona, a veces tierna que sacas a veces, y la casi ilimitada inteligencia de tu frente boluda que continuamente se cuestiona todo, reflexiona en diferentes direcciones y formula una respuesta extraña para casi cualquier aspecto de la vida; sin querer, ó queriendo, eres como una destroyer ideológica que se burla de toda creencia ajena, juega con sus argumentos y una vez cansada, como gato con ratón mareado, la tiras como un trapo viejo a un rincón obscuro... te acomodas, cruzas tus manos sobre tu regazo y con cara de "yo no fui" expones "la verdad" brillante, lógica, magnífica y contundente, casi entre rayos de sol y cantos angelicales...

Por eso eres la niña-sabia destructora de todas las cosas... me moviste el mundo mi estimada, abriste mi mente a posibilidades ilimitadas y a nueve años de tu influencia enajenante, ¡sigo queriéndote, extrañándote y deseando estar cerca de tí!!... y por eso hoy, a siete meses de tus travesuras, con la cara de pilla que ponías al día siguiente de tener buggy-buggy con tu marido, ¡te has convertido en la guardadora de un tesoro!!!

En horabuena hermana mía!!, desearía tocar tu panza de buda risueño, para desearte felicidad y bonanza, con la certeza inquebrantable de que eres el cuerno de la abundancia de una loca dicha que emana de tí.

¡Besos y abrazos, Coquetín!!!! Ojalá y nazca el 23 de octubre!!!

jueves, 5 de agosto de 2010

Estoy triste

Contrario a mi naturaleza, en estos momentos estoy profundamente triste.

Las cosas no han salido como esperaba. La verdad es que la situación es difícil y en estos momentos siento que no hay luz, ni esperanza.

Los acontecimientos de hoy me hacen pensar que, en cuanto a mi trabajo, verdaderamente estoy haciendo algo mal... y lo peor es que tengo el presentimiento de que conozco el "qué" pero no tengo ni idea de cómo resolverlo, ni finalmente porqué estoy comportándome de este modo. Es como si me hubiera dedicado en los cuatro últimos meses a regarla, por no decir más feo. A vivir un ensimismamiento que no lleva a ninguna parte.

Estoy de bajada... ni hablar.

lunes, 12 de julio de 2010

Hijos de Corazón

En mi infancia escuché hasta el cansancio el término: "Scout de corazón" y no supe lo que significaba hasta que a mis doce años de edad, seis años después de haber ingresado a las "Guías de México" (La rama femenil de los Scouts antes de que éste movimiento en México aceptara niñas) vivía intensamente la convicción de ser una "Guía de corazón".

Ser scout ó guía de corazón, implica vivir con pasión la aventura de ser un hombre ó una mujer que se considera así misma y consecuentemente actúa de forma honorable, leal, cortés, responsable, amigable y filial hacia la humanidad entera, respetuosa de la obra de Dios, puro de pensamiento, palabras y obras y en servicio a Dios, al prójimo y a la patria. Y vivir con pasión significa despertar pensando en ello, vivir actuando en consecuencia y dormir soñando con ese ideal.

La falta de hermanos ó hermanas de mi edad (mis hermanitos son mayores que yo entre 11 y 15 años, ¡un mundo de años cuando tienes ocho) provocó que adoptara automáticamente a mis amigas como mis hermanas.

A los veintiuno perdí a mi madre sintiéndome aún muy joven y desde aquellos días disfruté de la prevenda del huérfano: moralmente fui adoptada por cuanta madre amorosa sintió pena por mí y para muchas de las mamás de mis amigas yo me convertí en una hija más y ellas en una segunda madre, tercera madre, cuarta madre y ad infinitum... de madres (ojo, no es albur, esto es serio, ok?).

Fuera de broma, aprendí que la capacidad de amar es asombrosa y que mientras más se ama mayor es esta capacidad. Al tener tantas madres (aunque suene feo), aprendí a a no esperar absolutamente nada y a aceptar todo el cariño que quisieran darme. Y así no sólo tuve ocho o nueve madres adoptivas (sigo teniendo tres), sino que también tengo una tía, ocho hermanas, dos hermanos y un cuasi-hijo ya muy crecidito por cierto.

Creo firmemente que los amigos son la familia que escogemos... y de hecho que los amigos pueden convertirse en hermanos (ver artículos anteriores). Pero todo este preámbulo nace de mi incapacidad para comenzar a exponer lo que realmente quiero escribir: Sé lo qué es ser una hija, sobrina, hermana y cuasi madre adoptiva... pero realmente TENER Hijos de Corazón, es una aventura nueva, en la que soy totalmente inexperta y en la que siento que voy muy lentamente picando piedra.

Dios no me ha dado hijos por el medio natural, así que ha dispuesto de forma misteriosa que lleguen tres lindos niños a mi vida.

Muchos me han criticado, incluidos mi padre y mis hermanos, otros me vaticinan una vida de horror y pillaje, algunos pocos nos desean éxito, aunque no dicen realmente si piensan que tendremos éxito (sólo nos lo desean): ¡Tres niños!!, ¡están locos! ¡cómo los van a mantener! ¿y al menos son chiquitos?... y la cara de espanto se exagera aún más cuando saben que ya están grandecitos: 6, 8 y 13 años... ha habido desde los que nos vaticinan una muerte prematura mientras dormimos (con un arma de fuego si bien nos va) hasta los pocos que ven esta adopción como un acto de amor supremo y una bendición.

Yo sólo acierto a pronunciar mi nueva frase célebre: "Sé que ésto es un asalto de locura ó un acto de fé; yo prefiero pensar que es un acto de fé y sé que Dios proveerá... la cantidad y edades de mis niños no está en discusión, así que espero contar con tu apoyo para que puedas verificar por tí mismo (a) nuestro éxito ó nuestro fracaso. Cuento contigo". Y así, sin más, cortesmente les hago ver que es mi vida familiar y no un asunto de discusión pública (ni privada) y que sólo espero que no se conviertan en piedra de tropiezo para mi familia.

¿Que como me siento? (alguien tuvo la amabilidad de preguntar)
Tranquila, confiada en que la Divina Providencia nos ha de ayudar, confiada en que el Espíritu de Dios sabrá darnos oportunamente los dones de fortaleza, sabiduría, templanza, ciencia además de inspirarnos paciencia, tolerancia, prudencia y sobre todo muchísimo amor.

Pero aunque me cueste aceptarlo también siento temor.

Nuestros hijos aún no nos aceptan. ¡Y es lógico! apenas nos han visto siete veces y sólo tres de ellas hemos convivido como familia en visitas controladas...
Sin embargo, ya siento que los quiero. Que me preocupan y que ya quisiera tenerlos en casa.

¿Es que será tan fácil aceptar el ser Madre de Corazón? ¿es tan sencillo mirarlos y no poder evitar amarlos?

A excepción de mi hija mayor, mis otros dos hijos parecieran abandonarse a nuestros cuidados con la confianza natural de los niños pequeños... ¿cuantas de estas actitudes en lugar de estar inspiradas en el amor lo están en el miedo a no salir del orfanato?

Mi esposo se está impacientando... él quisiera que los niños se decidieran de una vez a salir de la casa-hogar para conocer su nueva casa y comenzar su nueva vida... yo me desespero porque quisiera poder enseñar esa actitud de dar sin esperar, porque estoy consciente de que no puedo forzarlos a amarme y que este proceso de por sí lento, a base de ensayo y error, es aún más difícil para mis pequeños hijos.

¿Y qué tal si son ellos quienes no nos quieren? ¿quienes no nos adoptan? ¡qué haré entonces con mi corazón!...

miércoles, 9 de junio de 2010

Independencia

Extraños días éstos que han pasado y cuya huella se extingue tan rápido como una huella a la orilla del mar... y a la que quisiera poder capturar en una fotografía, un molde de yeso ó al menos cincelar en mi memoria emotiva.

Pasan tantas cosas en tan pocos minutos, con las consiguientes contrastantes y consonantes emociones, que se antojan reflejos de la huidiza libertad. La única moraleja que resuena con fragoroso redoble en mi alocado y joven corazón es esta: ¡Gracias Dios!, por la vida, mis amores, mis quehaceres y mis sueños.

Hoy el sol mañanero brilló de un modo espendoroso, recordándome que la libertad no es tiempo sin quehacer ó la potencia de la posibilidad voluntaria (léase: la posibilidad de hacer lo que se me venga la gana, en el momento en que yo quiera). Es más bien un estado mental de inifinta confianza en que todo lo bueno ha sido, es y será por el amor de Dios providente, amoroso, todo verdad, generosidad y bondad y que todo lo que sucede es motivado por nuestro libre albedrío.

Por una parte conviven en mi espíritu la tristeza, la paz, la alegría y la esperanza.

Tristeza por la separación; paz porque todo en casa está "estable"; alegría porque soy bienamada y esperanza... ¡siempre hay esperanza!... aún en el fondo de la caja de Pandora, de la que escaparon todas las calamidades del mundo, quedaba la esperanza... y espero con confianza en que las separaciones no lo serán realmente, la paz perdurará lo más posible y la alegría al depender de mí misma no se agotará.

Estoy consciente de los peligros que me acechan. He vivido antes en la sosobra, el pesimismo y la soledad. Pero hoy, así como en mi trabajo soy inciertamente independiente, hoy decido ser feliz intensa, profunda y apasionadamente.

lunes, 7 de junio de 2010

¿Compañero, Amigo ó Hermano? 4a Parte

¿Hermano?

Aquí cabría hacer la diferencia entre el hermano carnal, que el destino te impone, y el hermano escogido ó más bien amigo-hermano que uno elige.

Al hermano de sangre no hay que explicarlo siquiera. Estés de acuerdo ó no con él, sea tan aburrido como una papa ó tan intempestivo como la dinamita, te lleves bien ó mal, te importa lo que le sucede, te duele muchísimo cualquier diferencia que tengas con él y sobre todo, no puedes evitar interesarte por él y buscar ayudarle de cualquier modo imaginable… aún en contra de la lógica, la razón y el sentido de “justicia”. Finalmente, nos guste ó no nos guste, es alguien a veces molesto, a quién TENEMOS que “aguantar”.

El hermano escogido es algo parecido: es un amigo al que quieres tanto, que puedes ó no estar de acuerdo con él, puede ser tan aburrido como una papa ó tan intempestivo como la dinamita, y en ocasiones podrás preguntarte ¿porqué quiero a este %$%#, si es chinche, latoso, fastidioso, incongruente, terco, egoísta, a veces hasta tonto? Y para colmo, se lleva mis cosas y no me las devuelve!!!; pero aceptémoslo, te importa lo que le sucede, te duele muchísimo cualquier diferencia que tengas con él y sobre todo, no puedes evitar interesarte por él y buscar ayudarle de cualquier modo imaginable. Igual que al hermano de sangre, con tu hermano escogido finalmente es alguien a quién QUIERES “aguantar”.

El hermano escogido es un espejo donde miras palpablemente tus mejores virtudes y también tus peores defectos. ¿Cómo odiar tu propio reflejo? ¿cómo evitar amar a tu propio corazón?. No puedes evitar serle fiel, leal. Te conviertes en el defensor de sus causas (aún de las perdidas) y tú podrás criticarlo, regañarlo y hacerlo garras, ¡pero hay de aquel que se atreva!! Eres su perro guardián…

Su tristeza es tu tristeza, su alegría tu causa de felicidad y muy íntimamente, incluso llegas a sentir celos cuando no está el tiempo suficiente contigo. El hermano escogido es con quién quieres estar siempre, aprender-aprehender siempre, ayudar siempre, acompañar siempre, comprender siempre. Es como un “amistazgo” perpetuo pero profundo, es la sonrisa de tus ojos, el imán de tus brazos y es quién te hace sonreír aunque no quieras. Incluso sonríes sin querer cuando lo recuerdas y lo recuerdas mucho.

Todos tenemos al menos un amigo predilecto. Es el amigo-hermano, a quién no es posible querer más, ¡porque sería incestuoso!.

Es por quién incluso podrías dar la vida… Es tan importante para ti, que consideras que su felicidad vale todo esfuerzo, todo sacrificio y merece toda oportunidad. ¿Te recuerda a alguien?

En lo personal, Jesús (sí, el de Nazareth que vivió hace dos mil diez años), es el modelo de “hermano escogido” por excelencia. Desgraciadamente el conocimiento que tengo de él es indirecto ¡Cuánto me hubiera gustado conocerlo personalmente!! Nos amó hasta el extremo!!! Y por increíble que a algunos pueda parecer, el conocimiento indirecto de su amor, es tan poderoso y devastador que por obra de la fé se vuelve en un conocimiento directo, íntimo, glorioso y revolucionario… (bueno eso es otro tema).

En mi vida he tenido la fortuna (¡Gracias Dios!), de tener muchos amigos verdaderos, a mis hermanos de sangre sencillamente los amo muchísimo y tengo unos cuantos hermanos escogidos que son literalmente “de lujo”. Este escrito es un pequeño homenaje a su amor, su entrega, su paciencia y su confianza.

Ustedes saben muy bien qué lugar ocupan en mi corazón y espero que no se sientan abrumados por esta mi opulenta forma de querer. Personalmente soy tímida y nunca sabría cómo expresar la intensidad de mi amor por Ustedes, sin el temor de exceder los límites de la natural comprensión. Por su alegría, su ternura y toda la pasión que me han regalado en nuestra historia común: ¡GRACIAS!, ¡GRACIAS!

Tú lector ó lectora, si me conoces, ¿en qué categoría me encuentro yo para tí?… y tú mi lector desconocido, ¿Qué opinas?

¿Compañero, Amigo ó Hermano? 3a Parte

¡Hey! ¡Amigo!

Por otra parte, el “Amigo”, es ¡otra cosa!. La amistad, a mi juicio, tiene varias partes. De forma similar al proceso que sigue una pareja de enamorados que termina en el matrimonio y una vejez plena, la amistad tiene diversas etapas:

1) El Chispazo. Aunque hay excepciones, cuando las partes tienen algún prejuicio inicial ó simplemente la empatía del primer contacto es negativa, ó bien la amistad nace del compañerismo, “Las Partes” sienten desde el primer momento una mutua curiosidad. Esta curiosidad no se ve satisfecha hasta que comienzan a hablarse, a intercambiar ideología ó gustos y de ahí puede ó no, nacer la ADMIRACIÓN; ingrediente clave para una amistad duradera.

2) El “Noviazgo+Amistad= ¿Amistazgo?”. De forma similar a la relación de pareja, entre los amigos se da una etapa en la que ambos quieren estar uno con el otro la mayor cantidad de tiempo posible. Sea que vayan a hacer ejercicio juntos ó a hacer las compras, ó intenten reunir a las parejas de ambos para “extender” la amistad (rara vez funciona). No son raras las largas conversaciones, las desveladas, las escapadas que fomentan la complicidad y en el caso de las mujeres, las cartas, los regalos y las piyamadas. Por supuesto, en esta etapa tormentosa, los amigos no pueden escaparse de algunas amenazas: los celos de las parejas en turno, las ocupaciones individuales que no compaginan en horarios, los chismes y rumores, las nuevas amistades, la rutina y la pérdida de interés en los temas de conversación, entre otras. Esta etapa, dependiendo de la calidad de obstáculos que la amistad haya tenido que enfrentar, puede durar uno ó varios años. ¿Cuándo termina? ¡cuando los amigos ya no sienten la necesidad de verse todo el tiempo!!!, entonces se convierte en la búsqueda de un “tiempo de calidad” en lugar de “tiempo en cantidad”. Los amigos se sienten más seguros de los mutuos sentimientos e incluso pueden dedicarse a tener otros amigos más, porque se sabe que la amistad entre “Las Partes”, es “de la buena”.

Si los amigos sobreviven al “amistazgo”, ¡ya casi la hicieron!, porque sigue:

3) La Amistad Duradera: Esta amistad nace después de un largo y tormentoso “amistazgo”. La amistad ha echado raíces profundas y ni los cambios de domicilio, cambios en los husos horarios ó el paso de los años pueden dañarla.

El verdadero puedes reconocerlo porque es en quién se confía y se espera.

El amigo duradero no es el que pasa más tiempo contigo… sino el que disfruta contigo cada momento que pasan juntos: lo goza, lo recuerda y lo atesora. Es capaz de sacrificar la entrada a un concierto por acompañarte, incluso en aquellos momentos en que tú no eres una buena compañía.

Es alguien con quién te gusta estar, con quién te gusta compartir y ¡es más!, ¡a quién esperas con impaciencia el momento de volver a verlo y conversar!.

El amigo auténtico nunca es superficial. No teme a la intimidad, ni a la confianza absoluta.

Es una persona hacia la que te abres y puedes esperar que te retroalimente, te matice. Te acepta como eres, aún y a pesar de tus defectos y contradicciones..

Tu verdadero amigo es leal. Te defiende ante los demás e incluso a veces te defiende de ti mismo… es capaz de luchar contra ti, de pelear contigo si ve que estás equivocado ó te encuentras en peligro. Si caes, tu amigo te levanta y si no puedes levantarte, te cargará hasta donde puedan prestarte auxilio. Cuidará tus heridas y dará incluso su sangre si lo necesitas. Si te dormiste bajo su cuidado, ten la certeza de que cuando despiertes, él seguirá allí.

Un amigo es con quién te sientes en libertad de ser tú mismo. No te juzgará, mucho menos te condenará.

EEs una persona a quién respetas y de quién valoras su opinión y no temes que se marche cuando lo contrarías. Es alguien de quién no esperarás nunca un golpe, a quién no podrías tenerle miedo (aunque quieras), porque sabes que te ama profundamente y que no te lastimará a sabiendas.

El verdadero amigo está contigo SIEMPRE, aunque estés en el hospital, en la cárcel, en el velatorio ó estés en tu peor momento de egoísmo y amargura. El amigo real sufre contigo, llora contigo, se alegra contigo y ¡hasta se enamora contigo! (¡ojo!, se enamora contigo, no de ti… aunque a veces pasa). Tus enemigos son sus enemigos y tus amigos son los suyos.

El verdadero amigo no tiene miedo. Porque sabe que está contigo.

Tu amigo real, el de a de veras, te acompaña en el camino y aunque se desvíe de cuando en cuando sabes con certeza que volverá con alegría a contarte su aventura.

El verdadero amigo es más que hermano de sangre, es un hermano escogido.

¿Compañero, Amigo ó Hermano? 2a Parte

“Mi Compañero”

Compañero es aquel que, y perdón la rebuznancia, te acompaña por el camino. Camina (ó corre) contigo siempre y cuando sigas la misma dirección que él y persigas el mismo objetivo; esta situación hace que en este acuerdo haya cláusulas de condicionalidad y exclusión. El compañerismo termina en cuanto cambias de sentido ó dejas de tener los mismos objetivos ó cambias tu parecer sobre la forma de llegar a dichos objetivos.

La vida está llena de compañeros… es el más común de todos los contratos de colaboración mutua y la mejor de las veces surge espontáneamente aunque también permite la “imposición” de compañeros. El aprecio puede existir en este contrato, aunque a la larga suele transmutarse en alguna de ambas direcciones: para mal en simpatía, indiferencia, olvido ó peor aún, en odio; ó para bien en una verdadera amistad…

Generalmente la ruptura es paulatina, inicia con el cambio de objetivos y si “las partes” llegan a encontrarse posteriormente y la ruptura fue de común acuerdo, a “las partes” les dará gusto verse, se darán la mano, quizás un beso, hablarán sobre la familia, los conocidos mutuos y se despedirán con una sonrisa y el típico “seguimos en contacto, ¿eh? Ahí nos vemos luego…”… acuerdo que raramente se cumple.

¿COMPAÑERO, AMIGO, HERMANO? Parte 1

El concepto de “amistad” ha sido tan vapuleado por el comercio y los medios de comunicación, que cualquiera podría tener la impresión de que es un sentimiento superficial, entre necesario y superfluo y para algunos, propio de las personas cursis ó pusilánimes, “predominantemente de las mujeres” (odio cuando algunos engendros pseudo-hombres dicen eso). Por ello y en reinvindicación de tan notable concepto, siento el deber moral de defender su grandeza.

Para mí la amistad no es tanto un sentimiento subjetivo, sino más bien un acuerdo tácito de lealtad, respeto, aceptación y cariño entre dos personas (“Las Partes”) que han decidido formar una alianza y sobra decir, es de acepción universal. Obviamente que conlleva un cúmulo de conductas y sentimientos de solidaridad, honestidad, preocupación y apoyo mutuo, intercambio de ideas, emociones y sentimientos, pero sobre todo, compartir con las entrañas y de manera profunda (debería existir la palabra “compartición”, es decir: me parto a mí misma para com-partirme contigo y para tí, me divido y vuelvo a pegarme pero contigo en medio) y si es necesario, implica la unión de fuerzas para combatir todas aquellas situaciones críticas, que en lo emocional, físico, económico, social ó familiar, enfrenten las mencionadas “Partes”.

Tan extraordinario esfuerzo exige la siembra y cosecha de la amistad, que sólo las personas fuertes, que saben amar y con convicciones firmes pueden tener amigos perdurables… y es que aparte de que nadie puede dar lo que no tiene, finalmente, al igual que un campo de cultivo, la amistad exige maduración y resistencia a los embates tanto internos (la madurez de la semilla y sus características propias), como externos: lluvias de incomunicación, celos, sequías plenas de olvido y soledad, ataque de pájaros envidiosos y chismosos, plagas de autosuficiencia, prepotencia ó arrogancia, suelos de aburrimiento y rutina, sin olvidar que a veces los vientos soplan tan fuerte que son capaces de arrancar la hierba y enviarla a otro lugar.

La buena amistad rinde buenos frutos. Permanecerá siempre verde aún en los tiempos de mayor sequía y obscuridad y soportará las tempestades con fortaleza. La mala hierba no la ahogará y ni las aves que piquen sus frutos podrán terminar con ella. La buena amistad se reproduce continuamente, asegurando su permanencia y hundiendo cada vez más las raíces, a pesar de las podas que pudiera hacer de cuando en cuando la vida.

Por su parte, la amistad superficial es sólo amor de un rato. Sus raíces no profundizan y por tanto no soportan las malas rachas y después de tiempos de mucho calor se secan y se convierten en una bola de varas y espinos que, como “brujas” ó “maromas” se van rodando con el viento… y sin embargo (pienso y me pregunto:…) el amor que se recuerda no se termina… ¿ó sí?

Y aquí es donde habría que definir los “nombres” que otorgamos a la amistad, ya que solemos con demasiada facilidad (creo yo), calificar a cualquier persona con la que se tenga alguna afinidad, de “amigo”… y si ésta afinidad se convierte en comprensión, llegamos a calificarle como “hermano”. Así tenemos amigos del kinder, la primaria, ad infinitum, y “hermanos del alma”, “hermanos de sangre”, etc. Así mismo, también es muy común que por respeto y para que no se sientan menospreciados, a nuestros conocidos, del trabajo por ejemplo, les llamamos “compañeros” e incluso “amigos”… ¿Pero realmente qué sentido tienen estas palabras?



miércoles, 26 de mayo de 2010

Confusión

¿Cómo comenzar a describir lo que sucede en esta casa?
todas las noches comienza una rídicula comedia, en la que nadie ríe y mañana, excepto yo, nadie recuerda.
Tú mente se nubla con moléculas de amoniaco,
miras con los ojos exorbitados, confundido, de un lado a otro,
mientras tus brazos cuelgan de tus hombros, sin ánima, exangües, débiles... tan débiles...

Aún recuerdo cuando me casé contigo: alto, fuerte, robusto, alegre, risueño y con bromas inteligentes.
Hoy me miras como si estuvieras oculto en el fondo de tu mente, con cara lacia, bromas crueles y tontas y has adelgazado tanto que pueden contarse tus huesos.

Me siento increíble y profundamente triste.
Siento una pena terrible por tí, mi amor, mi compañero
te me mueres y yo no puedo hacer nada.

¡qué estúpida es la vida a veces!, cuando hace 9 años nos prometimos amor fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, jamás imaginé que nuestra vida sencilla se complicaría tanto.

"Es una enfermedad devastadora", me dijo ayer mi hermano, el médico.
Y vaya que te ha devastado esposo mío. Ni siquiera había concebido lo horrible que sería tu suplicio. Y hoy lloro por tí amor, porque apenas comienzo a vislumbrar tu terrible dolor.

No eres ni por asomo lo que fuiste; eres una sombra parecida a él, a mi novio, que me desconoce y me agrede. Sólo por las mañanas te veo relativamente lúcido, aunque lento, y veo como el nitrógeno te intoxica lentamente durante el día, para convertirte por las noches en un Sr. Hyde enojado y rabioso.

Tengo mucho dolor porque te veo sufrir. Quisiera en verdad poder consolarte.
Y es que estás tan sólo mi amor, tan solo...

Sólo pido a Dios paciencia para vivir contigo y amarte mucho. A tu lado casi nada me queda. No hay amor, sólo compañía y mucha confusión. Tengo los sueños rotos y el futuro me parece terrible. No quiero vivir sino sólo el presente, contigo, lo más lúcido posible. Tengo miedo. Mucho miedo, Sin tí, ¿a donde iré?

Paciencia amor, porque tu cuerpo está cambiando; y con él tu alma... Dios quiera que pierdas la conciencia antes de que te des cuenta de tu locura y que no te fijes en el daño de tu cuerpo, porque poco a poco te estoy perdiendo... te desvaneces... mi compañero.

sábado, 8 de mayo de 2010

No te preocupes, ocúpate...

Las horas caminan, mientras que yo, que debería correr, no he iniciado siquiera el viaje.

Tengo el corazón apachurrado, porque como dice mi hermana Coque, ¡la vida apesta!
Y es que siempre hago a un lado la cara para no percibir el hedor,
lleno mi vida de actividades y compromisos, para no reconocer mi cansancio y mi hastío
me tapo los ojos para no mirar mi vejez, escondo mi corazón maltrecho en un pedazo de pan...

La vida se escurre y yo sigo sin hacer nada
La nada se acerca y se carcajea de mí, porque el tiempo se acaba y no le logrado nada de lo que me había propuesto.
La vida es absurda si no se tiene un objetivo... y yo perdí el rumbo hace mucho y busco metas en la religión, la familia, el trabajo, pero ninguna nace de mí.

He cambiado ¡tan poco!!!, "en esencia no cambiamos, seguimos siendo los mismos", me dijo un amigo hace tiempo; pero la realidad es que la mayoría de nosotros somos ¡tan distintos! a como éramos hace una década, que al vernos nuevamente somos irreconocibles, irreconciliables y terriblemente aburridos...

Quisiera cambiar de nombre, cambiar de ciudad y cambiar mi cosmovisión. Como dijo mi hermano, soy "axiológica" ¡que aburrida!, necesito algo de pecado, menos dolor y más diversión.

Estoy cansada de cargar mi cruz. Estoy cansada de perdonar siempre. Estoy harta de sus quejas, críticas y guerrillas. Si tan sólo no creyera tan firmemente en lo que creo, huiría de regreso a mi desierto, a mis cerros grises y agua del Nazas. Si tan sólo no amara como amo...

El continuo pensar en el futuro me ha impedido entender y remendar mi presente. Corporalmente vivo al día, mientras que mentalmente me sitúa una década de años en el futuro.
Tengo miedo del futuro. Me he creado un mundo de fantasía al que corro casi a toda hora, para vencer el temor, para motivar mis días en camino hacia un futuro promisorio... ¿pero qué tengo ralmente? sólo fastidio, dolor, muerte y enfermedad (en ese orden)... y la promesa de un cielo que dudo a veces, llegar a ver.

La vida apesta Coquetín!!, tienes mucha razón en ello... curioso es que lo digas tú, la más alegre, la más candorosa y una de las mujeres más inteligentes que conozco.

Hermana, amiga, niña-anciana-sabia del mundo y destructora de todas las cosas... te extraño tanto, tanto... ojalá y estuvieras aquí, para que me consueles.

domingo, 11 de abril de 2010

¿Tu Crees?

¿Sabes porqué funcionan los horóscopos?

Ó mejor dicho, ¿porqué la gente cree que funcionan y que es cierto que las estrellas dominan su sino?

Ó porqué cuando una persona lee sobre una enfermedad, de repente siente que tiene los síntomas y llega a creer que hablan de su padecimiento (uno que a veces no tiene)?

Algunos denominan a este fenómeno como “sugestión”, es decir, adoptan como verdadera una “sugerencia” que puede o no estar dirigida a ellos.

Siempre he creído que las personas que creen en los horóscopos son personas realmente muy frágiles. Quieren creer que hay una fuerza superior que controla su vida. Quieren creer que es posible preveer el futuro, misterioso e incierto, a través de la revelación cósmica revelada a un hombre “superior”, poseedor del conocimiento necesario y suficiente para realizar la interpretación de dicho orden superior y transmitirlo a sus contemporáneos, en un código que comprendan.

Pero la realidad es que no debo circunscribir esa credulidad a las personas débiles. La realidad, según yo, es que todos los humanos necesitamos creer que existe un orden universal y que jugamos un papel dentro de ese orden. Queremos sentirnos especiales, sentirnos necesarios en el Gran Juego… es más, no sólo queremos: lo necesitamos.

A lo largo de la historia el hombre se ha preguntado de donde viene, cual es su propósito vital, quién es y a donde va. Considero que la formulación de estas preguntas es inherente a nuestra humanidad, a nuestra racionalidad; y la búsqueda del sentido de la vida, siempre va enfilado a la comprensión del mundo para entonces estar en posición de lograr la felicidad. Necesitamos comprender para darle una proporción a nuestro entorno y que no nos abrume.

Algunos buscan las respuestas a estas preguntas en la filosofía, otros en la teología, la mayoría en la religión y otros más en creencias esotéricas. Creencias fáciles ó difíciles, antiguas ó nuevas, basadas en la razón ó en la sin razón, constituyen la evidencia palpable de que culturalmente el hombre necesita CREER para crecer. Incluso la “no creencia” constituye en sí una creencia, un marco de referencia para la conducta, los deseos y los pensamientos... y por ende, las culpas.

El ser humano lleva en su corazón una semilla de credulidad que lo impulsa a toda costa a buscar a su creador ó su destino final. Padre Dios ó Madre Naturaleza, Jesucristo, Buda e incluso “Elvis vive” ó el ateismo más recalcitrante, dentro o fuera de la creencia sistematizada y encuadrada, nos sitúan como individuos y como sociedad dentro del orden cósmico; nos otorgan valor.

Y es que desde que el hombre es hombre, las pasiones humanas siguen siendo las mismas y en sus pecados individuales ó colectivos con algunas variantes, siguen prevaleciendo la ira, el rencor, los celos, la envidia, la avaricia, el egoísmo, la intolerancia, la imprudencia, etc., etc., etc.

Es una lástima que así como defendemos nuestro derecho a creer ó nuestra creencia en sí, no defendamos nuestra dignidad humana, sigamos permitiendo el poder del más fuerte sobre la razón, el hambre, la guerra, la violencia, la injusticia... la inmunidad del "poderoso Señor es "Don Dinero"", la corrupción de nuestraas autoridades y un desprecio velado contra nuestra Patria.

Ojalá y como algunos "misioneros" van de casa en casa intentando que otros cambien de religión, existieran "pacificadores" que ponderen el valor del diálogo, la tolerancia, la unión y la paz.

Quizás tendríamos un poco menos a Dios en nuestra mente, pero definitivamente seríamos mejores creaturas de Dios.

¿Qué opinas lector?

domingo, 7 de febrero de 2010

Una frase interesante que encontré en otro blogg... un fragmento de los "Diarios" de "Alejandra Pizarnik". Es primera noticia que tengo de ella. Buscaré qué encuentro...


"Ahora sé que cada poema debe ser causado por un absoluto escandalo en la sangre."


Creo que no hay nada más cierto, aunque algunos grandes poemas parecieran tratar sobre asuntos tranquilos y cotidianos... sin embargo, aunque sea tranquilo ó cotidiano, si ha inquietado a un espíritu escritor, definitivamente hubo tenido que ser un "escándalo en su sangre"...

lunes, 1 de febrero de 2010

¿Con ó sin bigotes?

Tarde lenta y productiva, aunque más lenta que productiva, ha sido ésta que he pasado en casa.
Disfruto de una libertad obligada, con sabor de esclavitud voluntaria, frente a la computadora que me enfrenta al gran problema de diseñar, a toda velocidad, un gimnasio y otros espacios recreativos, que para ser sincera, me estresan muchísimo por lo limitado del tiempo.

Qué extraño me ha sido insertarme en el mercado laboral independiente. Me siento bien de estar en casa (al fin podré echar raíces en mi propio territorio), pero es tan atractiva la cantidad de pendientes domésticos que me llaman con insistencia, que lograr la concentración es un reto muy difícil. La mudanza de mis pertenencias de mi antigua oficina a ésta otra casera, no ha terminado. De hecho pareciera que no me hago a la idea aún. No he decidido aún qué habitación será mi oficina y me he apoderado, para rabia de mi marido, de la mesa del comedor.

Hoy compré un par de canarios. Es mi premio de consolación por la compañía humana que perdí con mi despido. Cantan hermoso y llenan la casa de sol.

Los perros también han disfrutado mucho mi nueva libertad. Comen a todas horas y salgo con ellos de cuando en cuando. Todos hemos ganado algo. Mi esposo ganará comidas calientes y nos ha mejorado el humor. !Hasta los peces disfrutan de su agua nueva y de alimento tres veces al día!!... creo que todos engordaremos... ¡y yo que tengo que pensar en un gimnasio!!!... ¡qué ironía!. Para estar a tono con tan saludable proyecto, he ido a preparame un café con chocolate (moka) bien caliente, me he arropado para enfrentar el frío, me apoltrono en mi silla alta y reinicio mis labores con sendos bigotes de chocolate amenizados con cantos de canario, ladridos de perro y el sonido tranquilo del agua del acuario.

domingo, 31 de enero de 2010

Qué día tan feliz

¡Hoy fue un día estupendo!

La mar embravecida encontró al fin la calma.
La gallina sin polluelos, al fin encontró uno para cobijar bajo sus alas.
La alegría vino a mi casa y me enseñó a cantarle al día, cocinar huevos y que nada malo pasa.
El amor se instaló en el techo y derramó su luz por los tragaluces ensuciándolo todo.
La mañana humeante me mostró la ternura de sus ojos y de una sonrisa que sólo guarda para mí.

¡Quién tuviera otro domingo como este para vivirlo de nuevo!!
¡Quién tuviera suficiente tiempo!
para estar con-t-m-igo!

Nadie puede quitarme este domingo... ¡por ahora!